Por Nigel F. Maynard
Olvidemos por el momento el movimiento ecológico. El tema ocupa hoy un lugar central, pero esa importancia resultó en declaraciones falsas y en una increíble cantidad de “lavado verde”. Lo que define a algo como “verde” es subjetivo, lo que torna a este tema espinoso y enigmático, tanto para consumidores como para constructores por igual.
De modo que hablemos en términos reales. De acuerdo con la Agencia de Protección para el Medio Ambiente (Environmental Protection Agency, EPA), la familia promedio gasta unos 2.200 USD en facturas de servicios de energía eléctrica por año. Es probable que las personas que viven en casas viejas con corrientes de aire, con ventanas de un solo panel de vidrio, paredes mal aisladas y electrodomésticos prehistóricos paguen más. En pocas palabras, el ahorro de energía ahorrará el dinero de la gente.
A diferencia de la ecología, el ahorro de energía es algo que los compradores de casas pueden entender, procesar y aceptar como concepto. Como evidencia de ello, los contratistas de recambio de ventanas señalan que han observado un marcado aumento en la actividad desde que el Presidente Obama firmó la Ley de Reinversión y Recuperación de los Estados Unidos de 2009, con cláusulas para que los propietarios reciban un crédito fiscal de hasta 1.500 USD para mejoras de ahorro de energía. La popularidad del programa de incentivos “Cash for Clunkers CARS” también destaca esta tendencia.
Por esta razón, los constructores deberían considerar el ahorro de energía como una estrategia fundamental de construcción.
¿Dónde se comienza? Aquí mismo. En esta historia, encontrará 10 estrategias económicas que lo ayudarán a construir una vivienda mejor, con características que su personal de ventas podrá cuantificar ante posibles compradores. Existen otras estrategias más complejas, por supuesto, pero con estas prácticas comprobadas y verdaderas podrá aprovechar al máximo su dinero.
1. Oriente la vivienda hacia el ahorro de energía.
Incluso antes de pensar en electrodomésticos Energy Star, productos con contenido reciclado o tecnologías geniales, lo primero que hay que hacer al construir una vivienda es ubicar la estructura de modo de obtener el máximo beneficio. Es quizás la decisión más importante que tiene que tomar. Esto es de conocimiento general pero en realidad muy pocos constructores lo hacen, o no pueden por la manera en que generalmente se planifican las subdivisiones.
Los constructores más activos: Centex Homes, D.R. Horton, Beazer Homes, Bill Clark Homes, Pasquinelli/Portrait Homes
¿Por qué? La orientación correcta de la obra es el lugar donde comienza el ahorro de energía. Además de la beneficiosa luz diurna, una vivienda orientada correctamente evitará la ganancia de calor solar y necesitará menos refrigeración mecánica en el verano. También puede aprovechar las corrientes de aire predominantes para lograr una refrigeración sin costo. “La orientación este-oeste es la mejor,” señala el arquitecto Ed Binkley, de Ed Binkley Design en Oviedo, Florida. El norte aporta la mejor luz, la exposición al sur es fácil de controlar con sistemas de protección solar, y el este y oeste necesitan menos vidrio.
2. Ubique las ventanas adecuadamente
Una vez que la vivienda está bien ubicada en el terreno, lo último que hay que hacer es arruinarla con grandes ventanas en los lugares incorrectos. Deje que la zona geográfica y el clima determinen la ubicación. “Si quiere luz solar de la mañana sobre la mesa del desayuno, la ventana de esa habitación debe estar orientada hacia el este”, escribe Don Vandervort en su sitio web www.hometips.com. “La luz del sur es brillante y directa; las viviendas con energía solar están orientadas hacia el sur para tener una máxima ganancia de calor. Las ventanas orientadas al sur suelen estar ubicadas debajo de aleros o de salientes del techo para bloquear el intenso sol alto del verano pero dejar entrar el calor del sol más bajo del invierno”.
¿Por qué?: La ubicación correcta de las ventanas hará toda la diferencia entre una ganancia de calor no deseada y la falta de luz de día fresca y favorecedora. Una colocación adecuada de las ventanas facilitará la ventilación cruzada, siempre que la casa esté orientada correctamente. Por otra parte, la arquitecta Erla Dögg Ingjaldsdóttir de MINARC con sede en Santa Mónica, California dice que las aberturas de ventanas bajas en una vivienda permiten la entrada de aire fresco y las ventanas a mayor altura permite que el aire caliente salga.
Costo: Gratis.
3. Instale una barrera radiante.
Su vivienda está bien ubicada y las ventanas están en el lugar correcto, ahora es momento de protegerse del calor del sol. Una barrera radiante instalada en la plataforma del techo (o en algunos casos, el piso del ático) ayudará. Un panel estructural con una lámina delgada de material reflectante —en general de aluminio— de un lado, la barrera radiante se usa como revestimiento común (con el lado reflectante para abajo).
¿Por qué?: En climas cálidos o calurosos, la barrera radiante permite reducir la ganancia del calor del verano, lo que hace que los acondicionadores de aire funcionen menos y de este modo se ahorre dinero. La Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable del Departamento de Energía de EE. UU. (Department of Energy, DOE) señala que una barrera radiante también puede “reducir las pérdidas de calor de los espacios interiores a través del techo en las épocas de invierno”. Algunos fabricantes afirman que los productos evitan que hasta un 97% del calor radiante entre en el ático.
Costo: 500 USD para una vivienda de 2.000 pies cuadrados.
4. Aísle correctamente la estructura.
Uno de los factores más importantes en una vivienda es evitar la infiltración de aire no deseada. Los constructores pueden hacer esto con una campaña enérgica para taponar todas las fisuras y sellar todas las tuberías que entran en la envoltura del edificio, por medio de una cuidadosa aplicación de membrana microporosa, o con una aislación de espuma pulverizada o celulosa soplada. “Lo más importante para nosotros es un riguroso sellado de aire”, dice Jesse Thompson, que trabaja en la firma de arquitectos Kaplan Thompson Architects en Portland, Maine.
¿Por qué?: Según la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable del DOE, prevenir el movimiento aleatorio del aire a través de las cavidades del edificio ayuda a evitar la fuga del aire, lo que puede representar más del 30% de los costos de calefacción y de refrigeración de una vivienda. El arquitecto C. Joseph Vigil, presidente de VaST Architecture en Boulder, Colorado, recomienda “hacer una prueba de puerta-ventilador y luego, según los resultados, aislar y taponar todas las separaciones y fisuras para reducir la cantidad de cambios naturales de aire por hora”. Además, Thompson señala que su firma está “logrando que los constructores se comprometan a realizar pruebas de puertas-ventilador durante la construcción, especialmente antes de la aislación, cuando las paredes están abiertas y los problemas se pueden detectar fácilmente”. El sellado de aire también aumentará la efectividad de la aislación.
Costo: Entre 200 USD y 600 USD.
5. Aísle. Aísle. Aísle.
Las paredes y techos protegerán la vivienda de las lluvias fuertes, y el sellado detiene la circulación de aire, pero una casa correctamente aislada mantendrá confortables a sus habitantes. “Una estructura buena, ajustada y bien aislada representa un 70% de la solución”, dice Binkley.
¿Por qué?: “Para mantener el confort, la pérdida de calor en el invierno debe de reemplazarse con un sistema de calefacción, y el calor ganado en el verano debe de eliminarse con su sistema de refrigeración”, señala el DOE. “Aislar correctamente su hogar reducirá este flujo calorífico al darle una resistencia efectiva al calor”. Pero, la cantidad de aislación o valor de resistencia térmica que necesite depende del clima, del tipo de sistema de calefacción y refrigeración, y de la sección de la casa que planee aislar, según el DOE. El tipo de aislación es una cuestión de preferencia. Algunos arquitectos usan espuma porque ésta (la versión de célula cerrada) actúa como una barrera de humedad y una barrera de aire y porque llena todos los ángulos y ranuras. Otros profesionales usan celulosa soplada, mientras que la mayoría de los constructores se quedan con la lana de fibra de vidrio. Uno u otro, el concepto es el mismo: la aislación se debe instalar correctamente de modo que toque los seis lados de la cavidad de la pared. “Algunos tipos de aislación, como las placas de espuma y la aislación de celulosa compacta, pueden ser eficaces para reducir el flujo de aire y el flujo de calor”, de acuerdo con la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable. “Sin embargo, el tipo más común de aislación —la fibra de vidrio— no detiene la fuga de aire. En casas más viejas, la aislación de fibra de vidrio sucia es un signo revelador de movimientos de aire (recoge la suciedad como un filtro)”.
Costo: Entre 25 centavos y 90 centavos por pie cuadrado (fibra de vidrio). La espuma cuesta entre tres y cuatro veces más.
6. Recuerde el ático.
Es tentador pasar por alto esta parte de la casa, pero el ático también es un elemento importante de una estrategia de ahorro de energía. En términos sencillos, “Aislar y sellar correctamente su ático le permitirá reducir sus facturas de energía”, recuerda la Oficina de Eficiencia Energética y Energía Renovable.
¿Por qué?: “El ático es crítico”, explica Robert Jordan, presidente de la empresa de aislación Dr. Warm en Upton, Mass. “El aire caliente sube y quiere subir más y salir de la vivienda. Habilitar el ático es muy importante”. Si el ático está ventilado, asegúrese de sellar todas las fugas de aire del ático a la casa porque la mayoría de las aislaciones no detienen la circulación de aire, dice el DOE. Esto puede ser innecesario si está utilizando espuma pulverizada en un ático no ventilado.
Costo: Alrededor de 3,50 USD por pie cuadrado para 9 pulgadas de espuma de célula abierta. Existen opciones más económicas.
7. Instale un horno o caldera eficiente de tamaño adecuado.
Lo último quede debe hacer después de ser cuidadoso con las otras estrategias de ahorro de energía es arruinarlas con un sistema de climatización ineficiente. En 2006, DOE ordenó que los fabricantes no podían importar ni producir sistemas de aire acondicionado que no tuvieran como mínimo un valor de 13 de valor estacional de eficiencia y energía (Seasonal Energy Efficiency Ratio, SEER). Trate de lograr una clasificación por encima de ese valor. Vigil agrega que los constructores deben evitar cualquier sistema mecánico que no alcance una eficiencia del 90%.
¿Por qué?: Instalar el sistema más eficiente resultará en un ahorro directo porque calentar y enfriar una vivienda representa la parte más costosa del mantenimiento.
Costo: Entre 1.000 USD y 5.000 USD. Además, si la casa está sellada y aislada correctamente, el tamaño físico del sistema puede reducirse.
8. Elija un sistema de agua caliente eficiente.
En la mayoría de las casas, el refrigerador y el tanque de agua caliente son los dos electrodomésticos más importantes que están siempre encendidos, ¡siempre! De hecho, el calentamiento del agua es el tercer gasto más grande de un hogar después del aire acondicionado y los electrodomésticos principales, y representa entre el 14% y el 25% de los costos de funcionamiento.
¿Por qué?: A partir de este año, la EPA y el DOE publicaron los criterios que los calentadores de agua deben respetar para obtener la etiqueta Energy Star. La agencia señala que se espera que las normas les permitan a los consumidores estadounidenses ahorrar unos 780 millones USD en costos de servicios públicos al quinto año de uso estándar. Aunque Energy Star cubre una variedad de tipos de tanques, los diferentes arquitectos tienen sus preferencias. Vigil prefiere los sistemas sin tanques que calientan solo cuando es necesario, mientras que Binkley prefiere un sistema solar. Los tanques de almacenamiento tradicional también pueden ser eficaces.
Costo: 300 USD y más para unidades de almacenamiento tradicional (no instaladas); a partir de 800 USD para sistemas sin tanques (no instalados); y entre 2.500 USD y 3.500 USD para los calentadores solares (instalados).
9. Elija dispositivos de luz fluorescente.
El programa Energy Star dice que la iluminación del hogar estadounidense medio representa un 20% de su factura de electricidad. Cambiar una lámpara incandescente por un foco compacto fluorescente de soporte (CFL, por sus siglas en inglés) ayudará a ahorrar unos 30 USD a lo largo de su vida útil y se amortizará en unos seis meses. Pero existe otra manera mejor: Use dispositivos diseñados para focos fluorescentes con conectores de patillas.
¿Por qué?: Si bien las CFL de soporte usan un 75% menos de energía y duran 10 veces más que los focos incandescentes, existe un problema. “Si se las coloca en dispositivos incandescentes, se las debe dejar por períodos más prolongados”, dice Binkley. “Las lámparas fluorescentes no están diseñadas para apagarlas y encenderlas por períodos cortos, se quemarán rápidamente”. Sea Gull Lighting señala que el dispositivo Energy Star que está diseñado para un foco fluorescente de patillas no solo tiene mejor apariencia, sino que la calidad de la luz y el rendimiento energético es mejor.
Costo: Comienza en 40 USD para un artefacto de techo.
10. Instale electrodomésticos Energy Star.
El constructor interesado en el ahorro de energía no debe instalar otra cosa que no sean electrodomésticos clasificados Energy Star. Y punto.
¿Por qué?: Los modelos Energy Star superan las normas federales que regulan el uso de la electricidad y el agua y son más eficientes que los antiguos modelos, permitiendo que los propietarios de viviendas puedan ahorrar dinero en las facturas de servicios públicos. Olvide los modelos básicos que cumplen con las normas mínimas y consulte con www.energystar.gov para informarse sobre modelos superiores. Por ejemplo, algunas lavaplatos exceden las normas gubernamentales en un 50%, mientras que otros las superan en un 147%.
Costo: Varía.
Nigel Maynard es editor senior de productos en la revista BUILDER.